ALCAZAR TOWER

Que ya que estoy escuchando el ruido de las motos GP de fondo (aunque me juré cienes y cienes de veces a mi misma que nunca volvería a pasar hambre… a no que no volvería a ver las motos ni los coches… aquí estoy con ellas de fondo) he decidido que iba a actualizar el blog que ya que he cogido carrerilla no es cuestión de dejarlo para luego.


Pues que ya he vuelto de Segovia y oye que no han cambiado el acueducto de sitio, que sigue teniendo sus arquitos romanos típicos de la época

Cuando llegué, y considerando que las cosas que me pasan a mi son chupis pues me pilló una prueba de triatlón asin que si las calles de esta magna ciudad ya son estrechas de por sí pues eran más aun si cabe.

Más estrechas que otras veces; o por lo menos a mi me lo parecía (VOZ EN OFF: ¿me habrá crecido el culo?); y también me parecían más cuesta arriba que cuesta abajo y esto no tendría que ser así ya que según otra de mis teorías absurdas si todo lo que sube baja, toda cuesta arriba a la ida se convierte en cuesta abajo a la vuelta, menos en San francisco y en Segovia… Pero ese es otro tema.

Comí cochinillo, arroz con leche y sopa castellana (no en ese orden precisamente) y luego para bajarlo pues me subí al Alcázar y ya que estaba allí pues subí hasta tó lo alto ya me conocéis el pronto tan valiente que tengo, que enseguida se me acojonoa pero yo de primeras siempre “Pa´lante como los de Levante”

Cuando iba por el 10º escalón y ya tenía la lengua fuera y el cochinillo de peineta empecé a pensar que quien me manda a mi meterme en ese embolaó; en ese y en otro que me he metido últimamente.

Bueno pues una vez arriba pues merece la pena subir los 152 escalones por una escalera de caracol retorció, porque hay que ver madre de Dios vaya escalerita.

Vaya vistas, que se veían kilómetros y kilómetros a la redonda ya la cuadrada. Que pa época que les toco vivir y sin tener ni carrera ni la wikipedia hay que ver lo listos que eran estos del Medievo.

Veréis, que os cuento por si no lo sabíais: hacían los castillos y Alcázares en tó lo alto pa ver quien venía desde lo lejos lejos y para que les diera tiempo a cargar las ballestas (que por aquellos entonces las únicas armas de destrucción masiva que se conocían eran los pedos que se tiraban los muy jodios después de comerse los judiones) para liarse a flechazos los unos con los otros.

Pues entre que los castillos estaban altos y que hacían un foso alrededor no había ni Cristo que los okupara y no como las casa de ahora en las que cualquier melenudo perrifalutico se mete.

Lo que yo no me explico, y mira que me lo he preguntado veces, es porque hacían las camas tan cortas, a lo mejor es que eran paticortos y culibajos, porque claro la raza española pues era en plan Alfredo Landa, achaparrados; hasta que llegó Felipe el Hermoso y salimos todos rubios con los ojos azules like me.

Oseasé que lo de las camas apañado, una explicación coherente de las mías; pero, digo yo… si las camas eran pequeñas porque eran paticortos porque hacían los peldaños de las escaleras tan altos coñé!!. Tendré que hacer una tesis doctoral al respecto… pero si eso otro día que ya han terminado las motos y como siempre ha ganado “The Doctor” y tengo que hacerle casito a mi nuevo entretenimiento.

Jo, a ver si tengo tiempo y os cuento lo de mi nuevo entretenimiento, os adelantaré un par de detalles:

APELLIDO “Mejillón” se ha pegado a mí como un mejillón coloraó de las Rias Gallegas

NO VA A PILAS NI A BATERÍA.