miércoles, 19 de noviembre de 2008

LA ESCUCHADORA


Hace poco alguien me dijo por mail que no se creía que hubiera estado tomando café con un medio amigo-cliente y que solo hablara él.

La verdad es que yo hablo mucho y escribo, si cabe, más aún. Me gusta hablar, vengo de una familia por parte de madre que nos pedimos la vez, como en la pescadería, para poder meter baza. Cuando empecé a salir con el que fue mi novio me tenía que hacer una lista de las cosas que le tenía que contar porque siempre se me quedaba alguna en el tintero (luego, eso, como tantas cosas, también cambió), con mi hermana ni os cuento cuando nos enganchamos al telf. Con todo y con eso tengo una facilidad pasmosa para que la gente me cuente su vida, claro que es directamente proporcional a la facilidad que yo tengo para desconectar de lo que me están contando (eso lo aprendí ha hacer en las conversaciones telefónicas con mi madre, pero nunca se lo digáis eh?)
Una vez me dijeron que escuchaba muy bien, y que por eso daba pie a que todo el mundo me contara su vida, ahhh!!! Que va a ser por eso… si lo llego a saber en vez de muda nazco sorda

Ayer en el autobús el señor con el que coincido todos los días y que las conversaciones se habían limitado a, mira que ya viene el autobús, vaya, hoy se esta retrasando, vaya calor que hace hoy, vaya frío… y cosas así, me contó su vida… yo estaba muerta de sueño y de hambre, que es lo que toca a esas horas claro, el empezó ha hablar y ha hablar y a mi me estaba entrando un sopor con el solecillo que se colaba por la ventanilla de bus… Que si había trabajado en una naviera en el norte, que si en aquellos tiempos si que se ganaba bien de dinero, que si luego se tuvo que venir a Madrid, y que ya no ganaba tanto, pero claro como su padre cayó delicado pues que si tal y cual, pero que ya nada es como antes que si antes con menos se era más feliz y bla bla… Hubo un momento que pensé que me había quedado dormida con los ojos abiertos… que pestiñooo, parecía que estaba viendo una capitulo (o tres) de Cuéntame e iba a aparecer Antonio Alcántara en la próxima parada.

Un sábado a la vuelta del trabajo, en el otro bus una mujer se puso ha hablar conmigo, yo no pude hablar con ella, era solo un monologo dedicado a mi persona. Que si había vivido en el sur de Madrid hasta que tuvo su segunda hija que tiene que ser de tu misma edad ¿verdad bonita?, que si luego me volví a Málaga, de donde yo soy, porque claro como allí no se vive en ningún sitio, pero que claro su marido se quedo sin trabajo y se volvieron a Madrid, y que su hija, la que tiene que tener los mismo años que yo pues esta embarazada, y ella va a guisarla y a limpiarla la casa un par de veces por semana…Muy interesante la verdad.

Y mi vecina de al lado, que claro que tiene “represiones” porque su hijo el pequeño, el que era muy guapo de pequeño, porque de lo guapo que era le llamaban “el andaluz” (como si todos los andaluces fueran guapos, no te fastidia) pues que como no tiene trabajo pues se ha echado a la bebida ( o viceversa) aunque la vez que yo le he visto ha sido la bebida la que se le ha hachado encima, bueno pues que la vida de esta pobre mujer en un puro sufrimiento, que si el reuma, la tensión, la artrosis, que si ahora le dan vertigos…. Todo esto me lo cuenta una y otra vez cada vez que le da por llamar a mi puerta para pedirme cosas “exóticas” como anís estrellaó, o una rama de canela, para luego añadir, claro es que como la gente joven ya no utilizáis estas cosas pues no tendrás… Coñee pues si ya das por hecho que no lo tengo pa ke me lo pides. Mis vecinas son un caso ya os contaré la flora y fauna de mi patio que a echarse unas risas.

El comercial de suministros que vino el otro día ya me había contado la historia de la novia. Ya sabía yo que la iba a dejar antes que la ¿pobre? Chica, y el Polinesio… ese también me ha contado su vida como 8 veces ya.

Con los clientes es un caso aparte, a las dos veces que vienen ya tengo su historial archivado, me cuentan todo de todo, yo creo que me he equivocado de profesión y tenia que haber sido escuchadora.
¿Existe esa profesión?

Alá, para que luego VAYAS diciendo por ahí que no te crees que me haya estado callada, y es más cuando quieras te lo demuestro ;)




7 comentarios:

GABI dijo...

Escuchadora no se, pero si le sacas con tanta facilidad la información a la gente...¿que tal del CESID?

muchojose dijo...

O del CSI...
Visto esto, parece ser que sí que puedes estar callada un buen rato, jejeje Aunque seguro que con ganas de hablar, aunque sea para decirle al otro que se calle de una vez!!!
La próxima vez que necesite desahogarme ya sé dónde ir, eso sí, no te desconectes como haces con tu madre, eh
Besitos

Anónimo dijo...

Sí existe esa profesión, psicóloga.
Por cierto, escuchar, o mejor dicho, saber escuchar, es un muy buen atributo.
Saludos.

PENSADORA dijo...

Toc toc! ¿se puede?, he llegado desde "peripecias de la treintena" e igual me quedo un rato.

Lo de escuchar a la gente, lamentablemente, no se elige, cuestión de educación, supongo.

Yo le haría caso a las vecinas, los demás pues yaaaa....

Duncan de Gross dijo...

firmo lo que dice Wan, es una gran baza a tu favor si sabes utilizarla ;)

Y yo con estos pelos dijo...

Yo al poco de empezar el blog hice un post sobre la fauna del autobus y la verdad no es que lo haya hecho yo es que creo que no tiene desperdicio alguno jajajaja en fin seguiremos leyendo todas esas historias con los vecinos si nos sigues contando!! besitos

Rumbero dijo...

Jajajajaja, muy divertido, la verdad que a veces te dan ganas de morir en algunos de esos monólogos, y llegas a pensar "se me notara la cara de: NO ME IMPORTA UNA MIER** LO QUE ME DICES". Pero sigues con esa cara, y cuando te dicen "estoy siendo pesado" tu dices " NOOOOOO, SI ES TODO INTERESANTISIMO; SIGA SIGA", arrepintiendote el resto del monólog, que lejos de seguir donde lo dejó, vuelve atrás, para repetirte lo poco que pudiste haber ignorado!

Saludos!