miércoles, 11 de marzo de 2009

DIARIO DE ABORDO I


A ver que me he propuesto haceros un resumen del viaje sin extenderme demasiado, aunque conociéndome como me conozco, llevando los años que llevo conmigo misma, creo que va a ser un poco complicado.

Pues el viaje empezó por Barcelona, es lo que tiene los cruceros, que desde el Manzanares no salen, esto deberíamos hacérnoslos mirar los de Madrid, porque no tendremos playa (vaya, vaya) pero no sé yo porque no podemos tener puerto…

Bueno pues que llegue un día antes de lo que salía el barco porque quería estar en Barcelona viendo a amigos varios, al final el día fue chupi, muy cansado pero chupi, me reí lo que no esta escrito, conocí al hombre perfecto, que guapo que era el muchacho, que sonrisa, que ojos, que majo que era, y que parecía que lo hacia todo bien oye… Claro, tan bien lo hacia todo que el niño que tenia de 5 años también era monisismo de la muerte… Lo bueno que tiene es que vive alquilado en la casa de mi amiga… Creo que me acabo de buscar otro motivo para volver a Barcelona…

Luego me dieron plantón, por segunda vez, yo no soy rencorosa… pero a puñetera no me gana nadie. Pero vamos que no va a ha haber una tercera vez te aviso y ya se sabe que el que avisa no es traidor, solo avisador (y chica refranera, chica puñetera)

El domingo antes de embarcar vueltecita por los sitios más típicos de Barcelona, El corte Ingles (a no que esto no es típico) el barrio gótico, Santa Maria del Mar… y que me perdí por Barcelona, que anda que ya me vale… menos mal que me perdí yo sola y no se entero nadie, bueno si el del plantón porque claro en estas que me llamó y tuve que quedar con el, por que yo no soy como otros que van dando plantón sin ton ni son.

Bueno pues que ya embarco en el barco que es donde se suele embarcar, la pera limonera. Yo ya había estado en un barco una vez, el doble de grande que este, pero en este iba a navegar, iba a estar una semana entro de él, que eso nunca lo había hecho, era mi primera vez (aunque parezca mentira)

Pues conocí a mis compañeras de travesía… sin comentarios, o mejor dicho creo que estas se merecen una entrada para ellas solas, vaya especimenes humanos. Que variopinta es la especie humana hay que ver.

El primer día era de navegación hasta llegar a Túnez. Pues hay que ver que para solo tener 7 plantas la de veces que nos perdimos por el barco, que si vas al teatro tienes que ir a la cubierta 6, si vas a la discoteca, para que te expliquen como va la vaina tiene que ir a la 6, que si es restaurante buffet esta en la 5 pero si quieres comer y que te sirvan es en la 5 también; pero la barbacoa de la cubierta esta en la 6… un lío….

Pues nada que nos fuimos a que nos enseñaran a ha hacer figuritas con las servilletas, entretenido oye. Y allí fue cuando le vi…. De donde ha salido semejante maromo? Ese de tierra firme no puede ser, seguro que no. Alto, moreno, con la cabeza rapada, ojos claros, sonrisa perfecta… Que resulta que es uno de los animadores del barco, hummm bueno es saberlo. Que nos va a enseñar a bailar salsa…. MIERDA!!! Y no nos puede enseñar otra cosa, o mejor porque no me dejas que te enseñe yo lo que se… mi mente ya estaba haciendo reestructuración de camarotes mientras me teletransportaba al escenario del teatro para aprender a bailar salsa… QUIEN ME HA VISTO Y QUIEN ME VE.
7 años aguantando salsa, cumbia, bachata, ballenatos y cha-cha-cha y sin mover un pie, sin ser capaz de aprenderme el paso base y allí estaba yo... 1-2-3 palmas, vuelta y al otro lado…. Si es que lo que hago por amor, porque eso si que tenia que ser amor verdadero y lo demás tontería… Dios que vergüenza, que yo no bailo… (Sin estar borracha, claro) pero al fin y al cabo no me conocía nadie y si le quería conquistar algo tendría que hacer ¿no? Bueno pues eso desencadeno unas risas y un ataque de tos porque os recuerdo que yo iba convaleciente, y nada más.

Le volví a ver por la noche… con traje… más guapo aun… Diosssss… Si tú quisieras y yo me dejara….Se iba a enterar Neptuno de lo que es bueno.
Pero na de na, entre que lo que no puede ser no puede ser y además es imposible y que la compañía que me rodeaba no acompañaba, todo se quedo en un par de buenas noches, bienvenidas, gracias… una pena la verdad.
El día siguiente Palermo, pues no esta mal el sitio, si no fuera porque estaba lloviendo y hacia ario, destino recomendable para ir en verano con un coche de alquiler.
Embarcamos y desde es momento el barco empezó a moverse, la noche prometida movidita, pues fue tal como se preveía. Tormenta de fuerza 7 y por lo visto lo máximo es 12.
Nosotras nos echamos un rato y al ratillo oímos por megafonía la voz del capitán diciendo que bla, bla bla, y que no nos preocupáramos porque era un barco seguro. ¿Por qué justo en ese momento fue cuando más me acojoné?
Pero lo que pensé fue, al fin y al cabo de algo hay que morir no? No se porque siempre he pensado que iba a morir joven (aclaro, que no me he muerto)
La cosa pintaba chunga, se cayeron los vasos del minibar, tuvimos que poner todas las colonias y botecitos varios en el suelo, no podías estar de pie porque te caías e ir por los pasillos suponía ir de pared a pared. Tumbados en la cama notabas como te ibas para abajo y para arriba de la cama sin hacer nada. Lo mas acojonante era ver como estando en un 4º piso por encima del mar las olas llegaban a nuestra ventana, la verdad que en el momento que Nemo me saludo desde la ventana es cuando empecé a tener un poco de miedito.
Por lo visto cuando el barco se mueve y tu te empiezas a marear lo mejor es tener el estomago llego, no para vomitar más, sino APRA todo lo contrario, APRA no vomitar, pues había que subir a cenar algo. Vaya odisea. Nada de tacones y ponerse mona claro, deportivas y vaqueros. En el restaurante lo primero que nos pusieron fueron una manzana para amortiguar el estomaguillo, luego la cena, fría, eso si porque por seguridad las cocinas estaban cerradas, las bebidas del tiempo porque todos los frigoríficos se habían tenido que precintar, era digno de ver como esos camareros, personas como nosotros, al fin y al cabo, iban de lado a lado con 5-6 bandejas si caerse, como notabas que se te movía hasta la vesícula biliar y pensando que tienes que comer aunque lo único que tienes ganas es de vomitar… comimos nos tomamos una biodramina, la segunda ya y nos fuimos al camarote.

Por hoy ya no os cuento más que hay que ver lo que me enrollo, en breve la segunda parte de la tormenta, Roma, el guía de Florencia, Mónaco y el regreso suponiendo que sobreviviera a la tormenta…

2 comentarios:

ynosek(+)kontarte dijo...

me cago por la pata abajo ... mira, una razón más para no montar en un barco ....

la primera era qeu el maromo que enseña salsa no me iba a gustar y la segunda que de infarto no me apetece morir ...

que fuerte tía .. que fuerte!!!!

y no puedes bajarte del barco y cuando acabe la tormenta volver?

Duncan de Gross dijo...

Uff, no me llaman los cruceros, pero en fin, espero que disfrutarás del resto del viaje, ya nos contarás!!